martes, 21 de febrero de 2017

Un día en mi vida

Cansado... Muy cansado.

No es una manera muy bonita de empezar un blog pero así es cómo empieza este. 

Nadie te advierte de lo complicado que puede llegar a ser criar de un hijo, sobre todo si sale todo un llorón de campeonato. 

A veces creo que podría ganar campeonatos de llantos, si existieran claro. No se si existen, puede ser que sí, tendría que comprobarlo. Creo que voy a realizar una labor de investigación sobre ello porque nos veo con posibilidades.... Si no existe, tengo la sensación de que voy a organizar un torneo próximamente. Algo titulado como "Primer Torneo Internacional De Pepones Llorones". 

Me voy a quitar esta idea de la cabeza porque me invade una duda, la de si, al inscribirle, le diera por reír en vez de por llorar.  

Y es que Samuel es así, un peque que no deja de sorprenderme.

Y todo esto porque hoy Samuel ha tenido un día bastante complicado en el que ha conseguido sacar hasta el lado más oscuro de la fuerza de su Mamoi (mi compañera inseparable de viaje), una mama que parece ligada al bando Rebelde, a luchar contra el Imperio, a ser un uno con la fuerza, porque la fuerza está con ella, pero que Samuel logra atraer al lado oscuro de los Sith cada día.

Y no deja de sorprenderme, que, por primera vez en sus cortos cuatro meses y medio, se haya conseguido calmar al escuchar la voz de su Papoi. Como decía Yoda, "sin duda, maravillosa la mente de un niño es".

Gracias a mi Mamoi, porque es el motor de mi vida y la que me inspira a hacer este blog, y casi todo en mi vida.

Y gracias también a Samuel, por enseñarme a quererte y decirte que, pese a lo cansado que puede estar un padre, SIEMPRE sacaré fuerzas para darte lo mejor de mi.

Y es que para cerrar el blog, Samuel.... yo soy tu padre....



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